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domingo, 7 de noviembre de 2010

¿Casualidad? No, sincronicidad


Hoy quiero detenerme en las casualidades y coincidencias. Porque no existen, porque nada es casualidad. Todo tiene un por qué, todo tiene un propósito, el Universo es demasiado inteligente y fuerte, demasiado perfecto, como para dejar que las cosas sean objeto del azar; no existe ningún azar, existe el destino forjado por uno mismo en su camino y los sucesos y situaciones que vivimos día a día están sujetas a nuestros deseos pasados y presentes plasmados en la materia, lo creamos o no. Nuestra situación presente es consecuencia siempre de las decisiones tomadas en el pasado.



Carl Gustav Jung, nacido en Suiza en 1875, médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo, figura clave en la etapa inicial del psicoanálisis, desarrolló y estudió la Teoría de la sincronicidad ya en el siglo XIX. En 1925, Jung se dirigió con dos amigos hacia Mombasa, Kenya. Tras dos días de estancia en su destino tomaron rumbo a Nairobi. Sería al atardecer cuando, en tren, emprenderían viaje al interior del país. En el transcurso del viaje, Jung nos relata haber sentido un sentimiento muy vivo y absolutamente conocido aún siendo la primera vez que lo experimentaba, un “déjà vu”, al ver sobre un pico rocoso una figura delgada y negra, inmóvil, mirando el tren y apoyada sobre una larga lanza.

“(…) su mundo era el mío desde hacía incontables milenios”.

Desde Nairobi, ya en coche, visitaron un gran coto de caza: los Athi Plains, una amplia sabana repleta de vida animal. Una maravillosa experiencia. Separándose de sus dos acompañantes hasta quedar solo, y divisando aquella inmensidad, Jung llegó al siguiente convencimiento:

“Cuando, estando en Athi Plains, en África Oriental, contemplé desde una pequeña colina aquellos rebaños de millares de venados pastando en silenciosa calma, como venían haciendo desde hace inconmensurables períodos de tiempo, tuve la sensación de ser el primer hombre, el primer ser que sabía que todo eso “es”. Todo ese mundo que me rodeaba estaba aún en el silencio inicial y no sabía qué era. Y justamente en ese momento en que yo sabía, había surgido el mundo y sin ese momento nunca hubiera existido. Toda la naturaleza busca esa finalidad y la encuentra, ya cumplida, en el hombre, y siempre sólo en el hombre más consciente. Cada paso pequeñísimo hacia delante sobre la senda que lleva a la consciencia crea mundo”.

No he estado nunca en Kenya, pero sin embargo, es como si Kenya estuviera dentro de mi y ese lugar me invadiera, es mi “déjà vu” personal.

La sincronicidad supone la ocurrencia de dos sucesos que no están asociados ni causal ni teleológicamente, sin embargo tienen una relación significativa. Jung nunca se aclaró con respecto a sus creencias religiosas, pero el concepto de sincronicidad lo hallamos explicado en la perspectiva hindú de la realidad. Desde este punto de vista, nuestros Yo individuales son como islas en el mar. Estamos acostumbrados a ver el mundo y a los demás como entes individuales y separados. Sin embargo, lo que no vemos es que estamos conectados entre nosotros por medio del suelo marino que subyace a las aguas.

Todos nosotros somos extensiones del Ser Único, de la Mente, del Todo que es nuestro Cosmos, el cual se permite olvidarse un poco de su identidad para volverse aparentemente separado e independiente, volviéndose cada uno de nosotros. Pero de hecho, nunca estamos separados del todo. Cuando morimos, nos despertamos siendo lo que realmente fuimos desde el principio: Dios (Cosmos). Cuando soñamos o meditamos, nos metemos dentro de nuestro inconsciente personal, acercándonos cada vez más a nuestra esencia: el inconsciente colectivo. Es precisamente en estos estados cuando somos más sensibles y permeables a las comunicaciones de otros Yo individuales. 

Cuando en un mismo tiempo, de forma simultánea, se dan diferentes hechos que están relacionados entre sí o que generan, a posteriori, una serie de hechos encadenados entre sí, es cuando una persona está en un proceso de evolución ascendente. Las coincidencias son señales -no fortuitas ni casuales- que nos avisan que estamos en el camino correcto para avanzar evolutivamente y posicionar como único Yo a nuestro Yo interior. Por eso, cuantas más señales percibamos como “coincidencias” o “casualidades” en un corto espacio de tiempo, más conscientes debemos ser que estamos alcanzando un mayor grado de perfección en nuestra esencia como seres únicos, una mayor conexión y sintonía con el Todo, con el Universo. Estaremos alcanzando una evolución no sólo en un plano individual, sino colectivo, y por eso, en nuestras vidas, aparecerán cada vez con más frecuencia personas con las que entramos con mayor facilidad en una sintonía distinta, como un nivel superior de conexión y de compenetración que no podemos experimentar con las personas que hasta el momento han compartido nuestro camino. Todo ejerce una atracción, y por eso todo está conectado entre sí, todos somos átomos y energía. Y ésta está en permanente movimiento, conectándose y transmitiendo.

Todos hemos tenido alguna experiencia en la que hemos tenido pensamientos que nos han hecho reflexionar sobre la extrañeza de una situación determinada como consecuencia de un hecho fortuito o casual.  Cuando conocemos a una persona y tenemos una gran sintonía con ella, pensamos que por qué no la hemos conocido antes. Y es que las cosas suceden en su debido momento, aunque de forma consciente quizá no podamos entenderlo.
Es necesario que tomemos consciencia que las casualidades no existen, así que si crees que ha sido casualidad que pensaras en esa persona y unos días después recibas noticias de ella, empieza a buscar cuál es el propósito de esa situación. Del mismo modo, si mantienes una conversación con alguien respecto a un tema determinado y al día siguiente, por la mañana cuando lees el diario mientras tomas el café antes de subir a la oficina, lees una noticia respecto a ese mismo tema, tienes un mensaje que descifrar.

¿Casualidad? Nunca, el azar no existe, la perfección reside en el orden del caos, y éste forma parte de un plan divino donde los sucesos que definen nuestra vida fruto de nuestras decisiones tienen un propósito, y nosotros el deber de descubrirlo. 







10 comentarios:

  1. Qué interesante!!! me gusta mucho este tema...de echo soy de los que me fijo y creo en estas señales. Intento darle sentido cuando me pasa algo parecido, pruebo de descifrar estas causualidades.
    Estoy encantado de dar mi opinión desde mi punto de vista y poder compartirlo con vosotros.
    La explicacion la suelo llevar mas al campo energético. Parto de la base de que todo y todos somos energia. Desde la ley de la Relatividad de Einstein, la atracción de los planetas, la energia de la gravedad...y de como todas estas energias forman parte de nosotros los seres humanos, los amimales, las plantas, los seres vivos en general, desde lo mas pequeño hasta lo mas grande. Estamos todos conectados con el TODO, nuestros campos vibratorios, la sincronizacion, la energia, la telepatia...etc
    Yo, como imagino muchos de vosotros también he tenido y tengo sincronizaciones,causualidades. La verdad que en estos ultimos meses he tenido varias pero que muy claras y quiero compartir una de ellas porque ha sido la mas significativa.
    Vivo con mi padre de 82 años y necesita cuidados y estar acompañado debido a su grado de dependencia fisica, para eso tenemos una chica fija en casa que le cuida las 24 horas del dia, que fue contratada despues de que ocurriera esta sincronización. A finales de agosto debía llevar mi moto al mecánico para ponerla al dia y hacerle la revisión para empezar en un nuevo trabajo y tenerla a punto. Resulta que escogí un dia de la semana para llevarla, sin mas, con tiempo, no tenía prisa, elegí un dia de esa semana como podía haber elegido otro.....pues ese día al no tener vehiculo me quedé en casa tranquilo. Mi padre sufrió una aparatosa y grave caída en el salón de la que se salvó al poder socorrerle....................................
    Al instante pensé que todo se había puesto de acuerdo para que yo pudiera estar allí en ese instante, fue una sensación increíble, alucinante. Fue una señal para mi clarísima de la existencia de éstas sincronicidades...Me han ocurrido otras igual de sorprendentes pero de menor transcendencia, por eso la comparto.

    Un abrazo para todos los que estáis en este blog

    Alfonso

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  2. Gracias Alfonso por tu aportación, sin duda vivimos rodeados de sincronicidades,y lo sucedido al actor Anthony Hopkins, entre otros, como tu misma experiencia hace unos días y otras tantas que yo he vivido son claros ejemplos de que las cosas no suceden porque sí, sino que como dice nuestro querido amigo Iker Jiménez y sus invitados, todo responde a un propósito, todo está debidamente interconectado, como lo estamos nosotros con ese Todo. Es un placer tenerte en este blog.

    ¡Un abrazo para ti y para el resto de seguidores!

    Eva

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  3. El azar no existe. Dios no juega a los dados con el mundo.

    Un abrazo a todos,
    Juanma

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  4. Hola Eva! Me encanta la idea de estar conectados por medio del suelo marino que subyace a las aguas, y de percibirnos como no más_y nada menos_que extensiones del Todo. Es absolutamente genial!
    Y sí, he hallado en el camino varias veces esas "señales" a las que en mi Cuaderno de A Bordo me refiero como "manitous" que nos indican que estamos en la senda correcta de nuestra evolución. Y he experimentado el entrar en ese "flujo de energía" que se abre cuando eres capaz de ver, ser sensible, ser permeable usando tus palabras, a una serie de hechos encadenados, relacionados, entre sí y que generan una energía capaz de imantar, atraer, a las personas y las cosas que verdaderamente están en sintonía con nuestro Yo. Casual-idad o causa-lidad? Está claro. Un abrazo

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  5. Muchas gracias por tu aportación Samanta, veo que tú también has encontrado tu propio camino de evolución y percibes las señales como algo propio de esa perfección humana que todos anhelamos alcanzar en nuestro caminar. ¡Un abrazo!.

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  6. El azar no existe, la inteligencia no es fruto de un lanzamiento de dados, sino la esencia en sí misma del Todo que, en base a su poder creativo, alimenta nuestras vidas con hechos y señales para que juguemos a descubrirnos.
    ¡Gracias Eva por ilustrarnos una vez más con tus sabias palabras!
    Un abrazo para todos.

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  7. A lo largo de los ultimos años mi vida se ha llenado de sincronicidades,y desde luego si estas atento te das cuenta de ello,ha veces te vienen por medio de una cancion,anuncio,conversacion.

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  8. Todo pasa por algo y para algo, incluso en una pequeña caricia puede estar el desencadenamiento de una larga cadena de acontecimientos, con una caricia se puede activar la alegria, la alegria la positividad, la positividad te abre la mente y puedes ver delante de ti los grandes descubrimientos que tenemos en el día a día. Todo es por algo y para algo.

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  9. La casualidad es un impulso de la fe que sin preguntar aviva una esperanza, es como la semilla de un sueño y debo admitir que los últimos párrafos están allí como gritando lo que es cierto sin duda, encantado de nuevo de leerte Eva. Casualidades

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  10. Hola Eva soy Mª Angeles, siguiendo tu recomendación de ayer, he visitado tu blog, el cual me ha gustado mucho.
    Referente a las sincronicidades, hace poco leí el libro que lleva el mismo título del maravilloso Doctor y escritor Deepak Chopra. Es estupendo, te lo recomiendo si no lo conoces aún, a mí me ocurren cada día muchas casualidades.
    Ayer mismo teníamos pensado ir a Gerona y acabamos en Sitges, había un mensaje para mí,en ese cambio de planes, que interpreté de seguida.
    Bueno guapa, desconocía tu etapa en este terreno, yo estudio y trabajo los mismos temas pero desde otro ángulo o camino diferente... ya sabes el kundalini yoga y la meditación, pero me doy cuenta que todos ellos tienen como destino el mismo lugar, que podemos llamar el conocimiento del Ser o la Unidad con la verdadera conciencia.

    Besos !!

    M.A

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