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domingo, 10 de abril de 2011

Tortura que nunca fue un arte


Puedo percibir en mi interior el amor, como un ente independiente que quiere encadenarse a mi alma con sólida fuerza. Creo que en cada partícula de aire que respiro, en cada movimiento de las hojas de los árboles, en el destello del sol sobre la hierba, en la brisa que mece el tiempo estoy percibiendo amor, la constante conexión con mi Yo interior.  Y con este sentimiento de conexión con el Todo, vienen a mi memoria las imágenes de la libertad y el derecho a la vida de todos los seres del planeta. Y del mismo modo que visualizo imágenes de animales en plena libertad en su hábitat, recuerdo otras que no son tan gratas y que me revuelven el estómago y las entrañas de mi fuero interno. Recuerdo inevitablemente la tortura de muchos seres sometidos al entretenimiento del hombre, he aquí nuestro gran amigo el toro.

Hace escasamente unos meses vi en televisión la imagen de un anciano sentado a la sombra de un árbol mientras daba de comer con sus manos a un inmenso ejemplar de toro bravo. Menuda bravura…convertida en una dócil actitud del toro hacia el anciano, a tan sólo unos centímetros de distancia la ostentosa cornamenta del animal de la cara y del cuerpo del hombre, que sentado a los pies del árbol, semejaba un soldadito de juguete al lado de la preciosa bestia.
Algunos mal llamados toreros (pues para mí un torero sería un pro toro y no un asesino de ellos)  cometen auténticas atrocidades con estas bellezas de seres bravos  ante la falta de estímulos y sensibilidad de muchos otros ojos que acuden a ver un espectáculo que nada tiene de espectáculo y mucho de tortura y barbarie.
Al respecto de los orígenes de la tauromaquia, no hay un acuerdo unánime de sus inicios. Lo cierto es que su nacimiento y llegada hasta nuestros días  son consecuencia de  un cúmulo  de simultáneas y distintas circunstancias.  En los últimos años del Imperio Romano, ya en su decadencia, es cuando tenemos documentadas las primeras participaciones de toros en espectáculos públicos, cuya finalidad era ofrecer violencia gratuita al pueblo, prácticas  llamadas venerationes,  en las que animales luchaban contra otros animales,  o bien hombres luchaban contra animales  y cuyas  muertes se convertían en una diversión para el pueblo.  La mayoría de estos luchadores eran condenados o prisioneros de guerra, atraídos por la posibilidad de dejar su condición de miserables, puesto que los combatientes que conseguían salir vivos de estas salvajes luchas con las fieras eran aclamados victoriosos y héroes para el pueblo. En 1567, el Papa Pio V prohibía los espectáculos taurinos, al ser calificados como algo relativo a lo demoníaco y ajeno a lo cristiano, debido a la gran cantidad de muertos y heridos que provocaban. La Iglesia amenazaba con excomulgar a los que desobedecieran al Papa; sin embargo, se hizo caso omiso de esta orden papal. Gregorio XIII,  el Papa sucesor, consentía de nuevo las corridas de toros.
En el año 1.700, llegó a España la dinastía borbónica, con el rey Felipe V, quien procedente de una corte parisina mucho más  refinada que la castellana, consideró el espectáculo una fiesta bárbara y cruel, que sólo daba un feo y atroz ejemplo al pueblo, de modo que los nobles abandonaron el toreo, considerado una costumbre de clase baja y castiza.  Fue así que el pueblo continuó la fiesta a su modo y es a partir de este momento, que nacía el toreo como hoy lo conocemos. Aunque la dinastía real intentó terminar con esta práctica, tuvo que permitirla debido al fuerte arraigo entre los españoles. Y es durante el reinado de Carlos III (1.759-1.788) cuando se empiezan a construir las plazas de toros. El inventor de la actual corrida de toros, tal cual hoy la vemos,  fue Joaquín Rodríguez Costillares , empleado del matadero de Sevilla, que organizó las cuadrillas de toreros, los tercios de la lidia, el toreo de capa y la verónica, elementos que hoy seguimos identificando en las actuales corridas. 
Cuando llega el siglo XIX, en toda Europa empiezan a erradicarse las costumbres en las que se maltratan animales por entretenimiento. Sin embargo, en España empieza un nefasto y bárbaro siglo taurino donde el rey Fernando VII,  último rey absolutista, abrió las escuelas de tauromaquia, promocionándola tal cual hoy la conocemos. Cabe destacar que la tortura pública de animales humanos (brujas, delincuentes y otros)  y no humanos era corriente en toda Europa hasta el siglo XVIII. Sin embargo, se suprimieron en el XIX.
La ciudad taurina por excelencia, en aquel momento, fue Barcelona, que ha sido la única ciudad del mundo en toda la historia que ha mantenido tres plazas de toros activas a la vez. Impresionante.
En 1835, en la plaza de la Barceloneta, El Toril, salieron seis toros mansos, toros que no embestían, toros con aire de inocencia y mirada limpia pero temerosa de no entender,  sin embargo e inevitablemente, toros que destripaban a los caballos, claro está, de forma involuntaria. 
Sólo cabe decir que analizando los hechos de nuestra historia, parece que en pleno siglo XXI, todavía existen algunos humanos bárbaros y sin conciencia ni ética alguna que son capaces de maltratar de forma desmesurada a un animal que pasta libre y manso en verdes prados, pero que bajo el yugo del hombre y su atrocidad, son asesinados ante la pasividad de otras tantas mentes crueles y cerradas que son las únicas capaces de disfrutar con la matanza de inocentes, pues ver como un toro vomita sangre porque le han desgarrado las cervicales, perforado los pulmones y masacrado sus órganos vitales durante una corrida, es ser una estúpida e ignorante bestia humana que disfruta con la sangre y el sufrimiento de otros, más cuando afirman que el animal no sufre y que los berridos de dolor agónicos que el pobre toro emite en la plaza es sólo furia. Y no dolor.
Lo que no se cuenta nunca es el que toro siempre sale a la plaza débil, pues su maltrato y su agonía empiezan mucho antes de ser dejado en la plaza. Vaselina en los ojos, falta de comida y agua días antes, con un estrés emocional y físico brutal de horas atrás en las que ha estado a oscuras encerrado en un transporte donde no sabe ni a dónde lo llevan ni por qué lo han arrancado de su vida que tan apaciblemente llevaba en algún lugar junto a sus compañeros. 
Y el toro sale desnudo, sin lanzas ni capotes, ni trajes de luces ni bravura, sale con el miedo de los gritos de un público despavorido que ha caído en una histeria colectiva de sed de sangre y tortura, por eso el toro siente miedo, por eso el toro siempre muere. Porque el toro sale inocente, con su alma limpia y sus ojos nublados, con el corazón encogido y las entrañas rotas de ver una fuerza humana que sólo quiere arrancarle la vida de forma agonizante. 
Por eso, no puedo más que gritar cuando otro inocente es maltratado hasta la muerte. Por eso, siempre sentiré un amor inmenso que me une al Todo, a la vida, al aire que respiro, a los árboles.
Y al toro.
Por supuesto, también al toro, a todos los toros que yacen pasto de la muerte proporcionada en manos de bárbaros pasados y presentes. Pero con poco futuro. Porque, aunque todavía algunos intenten que creamos que algún día hubo arte en el espectáculo de la muerte, la tortura nunca lo fue, y el asesinato jamás ha formado parte de la cultura, sólo de la injusticia practicada por la barbarie del hombre.
Durante siglos, esto sólo ha sido tortura que nunca fue arte.

14 comentarios:

  1. No has podido describir mejor todo el sufrimiento y la historia que viene de tan lejos con nuestros toros. Me alegra muchísimo que gracias a personas como tú, podamos hacer llegar nuestra voz a muchos lugares de la geograría del planeta. Cada vez me siento más orgulloso de haberte conocido y de haber descubierto la luz que tienes y que tanto nos deslumbra. Genial Eva, simplemente genial. Y emotivo.

    Gracias.

    Un muy fuerte abrazo de oso.

    Jim

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  2. Total y definitivamente de acuerdo con ud en esta Eva. Es una perversidad y una exageración que cosas como estas tomen lugar frente a nuestros ojos. Cualquier ser humano con corazón es consciente aún el lo más profundo de una falta tan terrible como esta. Me parte el alma la impotencia de ver tal desgracia y le admiro el coraje y corazón que la hizo escribir esto. Felicidades de nuevo.

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  3. Muy bueno Eva, ¡me declaro amiga de la vida y condeno la barbarie!. ¡Gracias gracias y gracias por tu coraje y valentía Eva, por gritar a los cuatro vientos algo que me rompe el alma!.

    ¡Eres un ser lleno de luz!

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  4. bueno,a mi tampoco me gusta la tauromaquia,creo que es una barbarie excesiva,creo que tendría que haber evolucionado...se puede mostrar el arte del toreo sin esa sangría innecesaria,ya en muchos sitios a los toros no se les mata...pero claro es un peligro para el torero ya que un toro con todas sus fuerzas...pero creo que fue electoralista eso de prohibir los toros en catalunya...ya que la misma tortura o peor es lo de los correbous y eso,como es típico catalán,no lo han prohibido...mucha hipocresía...en fin,es mi humilde opinión como siempre,algunos estarán a favor y otros en contra,pero no voy a dejar de decirla!!muy buena esta entrada eva!!mis felicitaciones!!

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  5. Hola Eva, me ha emocionado muchísimo el artículo de hoy y también me ha entristecido. Es triste, muy triste que haya gente que todavía hable de los toros como si de un arte se tratase y me da pena y rabia por que tratar de explicar a alguien cínico qué es en realidad los toros es como explicarle a un loco qué es la locura. Me gusta que hoy hayas tocado este tema, por que aunque solo le llegase a una persona y le tocase la fibra sensible, ya con eso habrías conseguido algo muy importante. Creo que los que sentimos los toros como tal, como una matanza de salvajes asesinos, deberíamos de aportar nuestro granito de arena de la forma que mejor sabemos, en este caso tú escribiendo un artículo como este. Mi más sincera enorabuena. Un beso muy fuerte.

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  6. Hola, Eva...
    Como de costumbre, consigues extraer la esencia del tema que tratas en muy poco espacio. Hoy consigues hacer entender la mal llamada "fiesta" a través de la historia, de la constante contradicción humana y de la hipocresía del poder... Seguramente se podrá interpretar desde los distintos puntos de vista, ya seas partidario o detractor, pero lo que si está claro es que forma parte de la consciencia y de la "cultura" de la humanidad, porque... ¿no hemos querido siempre demostrar que somos superiores a los demás?, ¿no es cierto que necesitamos afirmar cada día que somos más inteligentes, que somos el escalón más cercano al Supremo?
    "Amaos los unos a los otros"... creo que nadie dijo que se tratara de amor entre los "humanos", y si en cambio, que lo fuera entre todos los seres vivos. Entonces... ¿porque ese empeño en destruir y no crear, en hacer sufrir y no amar?
    Nos queda un largo camino para conseguir llegar a ese siguiente "nivel" al que aspiramos. No es imposible, pero a este paso, lo que vamos a conseguir es caer al nivel inferior... y esto no es como en los juegos de ordenador, donde guardas la partida y empiezas donde te has quedado antes de ser eliminado. Aqui solo puedes conseguir llegar a tu propia destrucción...
    Recapacitemos un instante, empecemos a sentirnos parte de un todo, donde el amor por lo que nos rodea sea lo más natural y fluya de nuestro yo interior y quizás consigamos salvarnos...
    Gracias Eva por hacernos pensar en todo ello aunque sea una vez a la semana. Estoy convencido que poco a poco, ese lapso será cada vez más corto y nosotros algo mejores...

    Un beso... y nos vemos pronto!

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  7. Perfecta descripción de lo que algunas personas consideran arte cuando se trata de tortura y asesinato en público. Me encanta tu claridad.

    Un beso Eva.

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  8. No puedo más que despreciar cualquier forma de maltrato. Me importa poco a quién se le infrinja, no puedo ser tolerante ante la estupidez y la maldad. Nunca habrá justificación alguna y, mucho menos, si por entretenimiento se practica. Bárbaro...bárbaros.

    Un abrazo a todos.

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  9. Sí, pero y los correbous Eva? sólo hablas de las corridas, no crees que también es un divertimento cruel y bárbaro los correbous, porque no creo que el toro se lo pase muy bien en esta fiesta que le empapan los cuernos de un líquido inflamable y le prenden fuego, el toro sufre también no crees? pienso que tu opinión es muy respetable y estoy de acuerdo en que no se debe hacer sufrir a ningún animal para divertimento de humanos, pero creo que cuando uno publica en un blog opiniones así, que llegan a tantos lectores que te leemos, no debe dejar pasar por alto los correbous, sin caer en cierta hipocresía. Muchas gracias por leerme. Yo tampoco estoy de acuerdo con el sufrimiento del animal en la plaza, y tampoco si lleva los cuernos prendidos en fuego. me parece igual de brutal Eva.

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  10. Los que seguimos habitualmente a Eva M. Ruiz, tanto en la red como en prensa, sabemos de sobras que plantearle si los correbous es una forma de maltrato o no está de más. También lo es el encierro en los zoológicos, el cruel entrenamiento en los circos, los espectáculos con cetáceos y no mencionemos ya la experimentación animal. Todos son temas que la autora ha tocado a lo largo de los meses que el blog está activo pero cada uno en un artículo y fecha diferente. De este modo, en este artículo "Tortura nunca fue arte", la autora se ha ceñido a las corridas de toros como, en otra ocasión, puede hacerlo respecto a los correbous.
    Pero eso lo sabe quien la conoce de verdad y no porque tenga una amistad física y presencial con la autora, sino porque desde el principio la sigue y sabe leer más allá incluso de todas las líneas que nos enseña, sin duda, siempre muy instructivas.

    Un abrazo a todos, especialmente para Eva.

    Hugo

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  11. No tengo la menor duda de lo que Hugo comenta en su comentario y, además, coincido totalmente con la autora respecto a la crueldad y la injusticia que se comete en las plazas de toros. Y opino que los correbous también forman parte de una tradición cruel pendiente de erradicar, pero como mínimo, el animal no muere si bien será algo que se acabará prohibiendo aunque aún tengan que pasar algunos años. Me ha gustado Eva, un fuerte abrazo. Es genial este artículo.

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  12. Me parece curioso y triste a la vez, que algunos critiquéis que no habla de los correbous. no creeis que Eva, al igual que todos los que hemos apoyado esta iniciativa estamos totalmente en contra de cualquier tipo de maltrato animal? Correbous, toro embolao, corridas de toros.. todo!!!¿ pero por algo habrá que empezar no crees? Seguimos luchando por ello y acabaremos consiguiendolo, con vuestra ayuda e iniciativas seguro que incluso antes, asi que animo a este anónimo a crear una iniciativa en su propia localidad, informate en tu ayuntamiento de como proceder para recoger firmas y aportar tu granito de arena.

    Eva, has tocado un nuevo tema de maltrato animal y te lo agradezco de corazón. Tu voz es la de muchos de nosotros que luchamos contra ello de una forma u otra día y la concienciación pública simepre es el primer paso, asi que gracias!!
    te propongo un nuevo tema: la caza como deporte. Este si que tendrá controversia! jajaja

    Ánimo , como siempre y gracias.
    Tu fiel amiga y admiradora

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  13. De cualquier modo, vamos a respetar todas las opiniones, incluidas las que dicen que cuando se habla del sufrimiento del toro no sólo se debe nombrar las corridas de toros, si no también cualquier festejo en toda la geografía española donde el toro sufre de una u otra forma, que hay más de uno como bien dice Mich; la decisión de la ley de prohibir las corridas de toros, fue algo totalmente electoralista, como hacen siempre los políticos, si no hubieran aprobado la prohibición de cualquier fiesta tradicional en la que el animal sufre que tenga celebración en Cataluña con los toros, incluidos los correbous, no nos engañemos ninguno. ¿Por qué no se hizo? Porque "electoralmente" dañaría mucho prohibir también los correbous en Cataluña, donde puede que haya más defensores de "la tradición de los correbous" que de la tradición de "las corridas de toros", de los primeros estamos todos esperando las grandes iniciativas para aprobar la ley en contra, y movimientos sociales en contra, creo que la hipocresía está servida, hasta que se prohiba pegarle fuego a los cuernos de un toro y divertirse y reirse del sufrimiento del pobre animal, que es lo que son los correbous que se celebran en Cataluña, es importante no jugar con los votos demasiado, pero claro las corridas de toros sí es sufrimiento, así es, pero también cualquier festejo de toros donde el animal sufra; también podría haberse aprobado la corrida sin muerte del animal, como hacen en algunos países en Iberoamérica, así no nos cargábamos las economías de las ganaderías que mueven millones de € al año, tal y como están las cosas, a ver qué pasa ahora con esas dehesas y ganaderíasl, claro que esto no se contempló, curioso la verdad. Un saludo a todos, a los que opinan una cosa o la contraria, al fin y al cabo este interesante blog hace que se suscite el debate, supongo que es uno de los fines. Gracias a todos.
    Carlos.

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  14. Excelente artículo Eva, hoy he comprado tu libro "La verdad Scarlata" y realmente me he enganchado desde el principio, es espectacular la fuerza que llevas dentro, como nos demuestras en esta defensa a ultranza que haces aquí del toro y su derecho a la vida. Mi más sincera enhorabuena.

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