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domingo, 13 de febrero de 2011

Oh la la, c'est l'amour!


En un rincón del alma, allí donde nadie entra, porque no puede, porque es demasiado íntimo y es nuestro escondite, allí donde nos acurrucamos en algunas ocasiones, cuando son las propicias para hacerlo, vive el más puro y bello de nuestros sentimientos, el único capaz de mover el mundo a su antojo. Aquel que nos dibuja en la cara la sonrisa y la arranca cuando quiere, el que domina nuestros pasos al andar y el que hace y deshace las maletas cada vez que lo cree conveniente, siempre guiado por el sentir de los latidos de quien fue poseído por la osadía de su existir.

En las grandes ciudades llenas de interminables avenidas y luces, en los rincones escondidos de pueblos perdidos entre montañas, en las casas de los pueblecitos de pescadores y marineros con sus tejados azules y sus paredes de cal blanca, en las islas con callecitas estrechas y suelos de piedra rodeadas de aguas mediterráneas o de inmensos océanos, en el aire, en la tierra, frente al fuego, en los elementos y en las circunstancias siempre está.

Acechando a cada segundo su presencia, como si de un duende se tratara, nos vela por la noche y se cuela en nuestros sueños, nos acelera el corazón cuando soñamos los ojos, solamente esos ojos. Nos anula la voz cuando creemos oír la suya, nos transforma la piel y el pensamiento, nos volvemos más sensibles, nos emborrachamos de una emoción que ha embriagado el aire cuando despertamos. Es un hechicero que embruja y domina, ordena y desordena como si el mismo Dios fuera, mezcla de misticismo y deseo que arde en las llamas más profundas de nuestras almas.

Y nos rendimos, gana todas las batallas, las buenas y las malas, las fáciles y las difíciles, no sabemos plantarle cara y quien lo intenta sale mal parado porque su sabiduría y su fuerza es ancestral, habita en la existencia mucho antes de que fuéramos engendrados y es que estamos hechos de él y nacemos y morimos buscándolo. Nos alimenta la vida, nos enciende el fuego igual que puede apagar nuestras ilusiones, es bueno y malvado, amigo y enemigo, pero siempre un gran soldado, guerrero por excelencia a quien rendimos homenaje cada vez que entremezclamos labios, piel y emociones, el más hábil de los hábiles que nunca se rinde y tiene, antes de empezar, todos los triunfos y todas las victorias, una colección de medallas colgadas en su muro, aquel que nadie puede trepar para vencerlo por mucho que algunos atrevidos lo hayan intentado.

Su fuerza es de un huracán y su centro siempre inquebrantable, que con su destello arrastra a su paso a quien se acerca y nada puedes hacer para desenmarañarte de sus redes, te hipnotiza y te convierte, porque es el único que mueve tu fe, las montañas, los mares y hasta cambia las estrellas de sitio, porque mueve el mundo y mueve al hombre cuando los duendes gritan al oído:

Oh la la, c’est l’amour!

12 comentarios:

  1. Eehhh ! jaja sois vosotros ?

    Sin duda, el Amor es el sentimiento más alto, más puro, más noble, que puede albergar un ser vivo. Love makes the world go round.

    un abrazo,

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  2. Enhorabuena por tu artículo, bonito tema has escogido. El Amor lo es todo, el mundo entero está hecho de Amor, amas cuando hablas con una amiga, cuando pintas un cuadro, cuando estudias una carrera, cuando visitas una ciudad, cuando compras algo, en definitiva, es cierto que todo es Amor, sin Amor no existiría nada, incluidos nosotros.

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  3. ¡Oh el amor! Aquél que nos domina y nos vence, el que nos da la paz y nos la quita, y el que nos hace reír y llorar con la misma facilidad. Creo que has dejado muy claro con este artículo que no podemos (ni debemos) vivir sin amor, me encanta cómo lo has expresado Eva.

    ¡Un superabrazo!

    Javier Gómez

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  4. El más bello de los sentimientos, el que despierta todos los sentidos; simplemente maravilloso!
    Sólo lo puede expresar, como tu lo has hecho, quien lo ha sentido en su interior.
    Felicidades a todos aquellos que podemos hablar del mejor sentimiento que existe!!!

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  5. Los que prefieren la sensatez y huyen de la locura son incapaces de sentir el amor verdadero.

    Hugo

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  6. Como nos dice la canción, love is in the air!. Lo respiramos cada día, y cada día nos acompaña en nuestros pasos, sólo depende de nosotros el saber sentirlo o desterrarlo. ¡Me ha encantado Eva!.

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  7. Increible descripcion! cada letra y cada párrafo! enhorabuena!!

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  8. Una vez más, me quedo anodadado de la forma en la que has definido tal expresión mítica,"Oh la la, c’est l’amour!". Sea cual sea el idioma en el que la digamos :))
    Me he tomado la libertad de utilizar (prestado) un párrafo que me ha encatado, entre tantos otros, de los cuales me siento profúndamente identificado y lo he colcado en mi "estado". Y der paso promocionado tu próximo ejemplar "La verdad Scarlata".
    Saludos y muchas gracias por tus letras.
    Pedro J.

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  9. No podemos, ni debemos, vivir sin amor, hacerlo sería un suicidio para el alma, estancarnos en nuestro proceso de desarrollo individual como seres emocionales que somos. Por eso, quien vive sin amar y sin ser amado, más que vivir, sobrevive, porque la única verdad es que sólo existe, pero no Es.

    Un abrazo.

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  10. Impresionante Eva, mi más sincera enhorabuena, este post es brutal, buenísimo! Por un instante has conseguido que vuele mi mente y me has sacado tb una lagrimilla!

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  11. Muy inspirador y bonito Eva, enhorabuena... pero al fin y al cabo el amor no deja de ser química pura, un instrumento de la evolución para perpetuar a las especies (el amor no sólo es algo humano), y que además tiene fecha de caducidad.

    Aún así, reconozco que es verdad que, mientras dura, sí que es uno de los combustibles más poderosos que nadie pueda llegar a imaginar. El poder del amor es la mayor fuerza que se pueda conocer. Un abrazo, Juan Ignacio

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