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domingo, 27 de noviembre de 2011

La grandeza de lo pequeño


A todos nos asombra la grandeza. Nos deslumbra la inmensidad, nuestra mirada se pierde en las vastas extensiones de tierra donde el horizonte es una fusión de la misma con el cielo. Incluso mirando en un acto de contemplación el mar, nuestros ojos se guiñan mientras nuestra mente parece expandirse en un intento de entender tanta vastedad. Y cuando pensamos en el infinito, no alcanzamos a entender su dimensión, porque en tanto que estamos hechos de materia y somos, en consecuencia, sólidos y tangibles, somos finitos y tenemos limitaciones. Pero estas no van más allá de nuestro cuerpo físico, porque en cuanto a emociones y sentimientos se refiere, cada ser humano es un inmenso continente por descubrir.